En muchas ocasiones, cuando está lloviendo es habitual percibir un aroma inconfundible y agradable. Aunque se suele decir que es el olor de lluvia, detrás de este fenómeno hay un mecanismo físico y químico complejo.
En muchas ocasiones, cuando está lloviendo es habitual percibir un aroma inconfundible y agradable. Aunque se suele decir que es el olor de lluvia, detrás de este fenómeno hay un mecanismo físico y químico complejo.
RAE @RAEinforma· ¿Cómo se llama el olor a lluvia? Aunque en español no había una voz específica con tradición de uso, recientemente se documenta el uso de «petricor», adaptación del inglés «petrichor» (creado en 1964, según el «Oxford English Dictionary»).
Olor a lluvia = Petricor
El principal agente responsable de este aroma es una sustancia química llamada geosmina, un compuesto orgánico producido por bacterias del suelo, principalmente las del género Streptomyces.
Estas bacterias son comunes en la tierra y otros ambientes naturales, y su actividad descompone la materia orgánica en el suelo. Cuando las gotas de lluvia impactan la tierra, la geosmina se aerosoliza y llega hasta nuestro olfato, generando esa inconfundible fragancia.
La química detrás del petricor
Para entender el fenómeno del petricor, es esencial analizar los componentes clave involucrados. Tal y como se ha mencionado anteriormente, la geosmina juega un papel fundamental en la liberación del aroma terroso. Este compuesto químico se descompone y es liberado en el aire por el contacto de las gotas de lluvia con el suelo seco.
Además, durante los periodos secos, muchas plantas segregan aceites que se acumulan en la superficie del suelo o en las rocas. Estos aceites vegetales, cuando se mezclan con el agua de la lluvia, también son responsables de parte del aroma del petricor.
Por otro lado, el ozono también puede contribuir al olor que percibimos después de la lluvia, especialmente cuando va acompañada de actividad eléctrica. Cuando una tormenta produce ozono, este gas se transporta a la superficie terrestre, donde se mezcla con la geosmina y los aceites vegetales, enriqueciendo la complejidad del olor a lluvia.
¿Por qué este aroma es tan agradable para el ser humano?
Curiosamente, muchos seres humanos encuentran el olor del petricor increíblemente relajante y agradable, existiendo varias teorías que intentan explicar esta reacción. De hecho, una de las frases típicas antes o después es aquella de «qué bien que huele a lluvia».

Nuestro sistema olfativo es extremadamente sensible a la geosmina, incluso en concentraciones muy bajas. Esta sensibilidad puede provoca que nuestro cerebro asocie este olor a una sensación de paz y tranquilidad, sobre todo cuando las lluvias se producen en entornos naturales. Irónicamente, pasa todo lo contrario con su sabor, aunque no es una sustancia tóxica para el ser humano
Fuente_ Pedro de la Fuente ,Meteored España