El Gobierno boliviano asegura que los insurrectos planificaron el golpe durante semanas
fotoportada-Un policía agarra al general golpista Zúñiga.JUAN KARITAAP
Golpe militar fracasado, autogolpe, rabieta de un general destituido y show político. En la Bolivia política se dispararon de inmediato las distintas tesis, investigadas ya por la Fiscalía. Ya hay 17 detenidos.
El Gobierno boliviano escenificó en la noche del miércoles el capítulo final del pintoresco golpe militar del 26 de junio, resuelto en menos de tres horas, con su principal protagonista esposado y con gesto abatido ante las cámaras de televisión. «El objetivo era derrocar al Gobierno nacional en ejercicio haciendo uso de la violencia. El general Zúñiga quería tomar el mando, el poder, pero hemos logrado con la Policía evitar que este trágico hecho se consumara. Son delincuentes y criminales», fustigó Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno y mano derecha del presidente izquierdista Luis Arce.
A pocos metros, quien fuera comandante general de las Fuerzas Armadas y principal ficha militar del propio Arce mantenía la mirada perdida. Unos minutos antes se había defendido señalando directamente a su jefe político, a quien acusó de ordenarle sacar los blindados para aumentar su popularidad en medio de la crisis política, social y economía que sacude a Bolivia. El Gobierno boliviano ha anunciado la detención de 17 personas vinculadas a fallido golpe