El Museo Histórico Nacional, la Intendencia de Tacuarembó y la Diócesis de Tacuarembó invitan a visitar esta muestra, cuya pieza central es una escultura única: Jesús atado a la columna, una joya del arte religioso que forma parte del patrimonio de la Catedral de San Fructuoso de Tacuarembó.
Durante años, esta imagen permaneció olvidada en el campanario del templo debido a su deterioro, pero gracias al trabajo conjunto del Museo Histórico Nacional y estudiantes de la Tecnicatura Universitaria en Bienes Culturales (FHCE – UdelaR), la obra fue restaurada y vuelve a ocupar un lugar central en la historia y el arte sacro del país.
La escultura, datada en el siglo XVIII, representa la flagelación de Cristo: un momento de profundo simbolismo espiritual, característico del barroco americano, con influencias jesuiticas y la huella de los talleres indígenas misioneros.
Tras su exhibición en Montevideo, la figura regresó a Tacuarembó, restaurada y resignificada, como símbolo vivo de fe, identidad y memoria colectiva.